Las expectativas que uno mismo se propone no siempre pueden llevarse a cabo y satisfacerse. Hemos de recordar que hay factores externos a nosotros que inciden en nuestra vida y pueden desequilibrarnos en cierto momento. Lo importante es no perder de vista nuestra meta y aunque a veces sea demasiado arduo y complejo mantener el ánimo... lograrlo.
Hoy estoy donde estoy por las decisiones que en su momento tomé y por todo aquello que ha influido en mí. No es lo que deseaba pero lo acepto y me agarro a mis logros para sonreír.
Cada día estoy más cerca de mi meta y aunque puedan hacerme tambalear, no me caeré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario